lunes, 6 de junio de 2011

Todo lo que empieza acaba.

Todo lo que empieza acaba, todo lo que acaba deja huella, todo lo que se recuerda duele, todo lo que te daña te hace más fuerte y siempre solemos recordar las malas experiencias, los errores y no nos acordamos de las risas y los buenos momentos.
Llego a pensar que soy una loca viviendo en un mundo abstracto, donde no importan los sentimientos de una persona y la mayor prioridad es tener una cara bonita con cuerpo perfecto del que presumir. La gente se queda con la primera impresión sin esperar a descubrir la belleza interior y encima cambian más de sentimientos que de ropa interior. En este mundo decir "te quiero" o "te amo" es tan común como decir "hola" y "adiós". Ojo, la hipocresía y el masoquismo es lo que más se lleva y las niñatas cabronas y los mañacos capullos lo que más se busca. 
Realmente creo que no encajo, cada vez entiendo menos de esta vida y, yo ya me he cansado, he aprendido que lo único que se larga y no vuelve nunca es el tiempo y por eso hay que aprovecharlo al máximo.

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